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1993-01-04
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84 lines
RESUMEN HISTORICO DE LOS SIGLOS XVII Y XVIII
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Si bien hasta fines del Renacimiento prácticamente es relativamente
sencillo encuadrar las escuelas y los estilos, al decaer este tipo
de arte nuevas tendencias como el barroco, el clasicismo y con
posterioridad la derivación del neoclasicismo van apareciendo, se
hace difícil delimitar claramente etapas y escuelas.
En efecto, al recorrer biografías y analizar las fechas de creación
de las distintas obras en los distintos países, observamos como las
líneas se entrecruzan e, inclusive, según los críticos de arte que
se tomen o las historias del arte que se analizen, un mismo pintor
puede aparecer enrolado en una u otra escuela o bien pertenecer a
un período intermedio en donde no se puede determinar con exactitud
su pertenencia.
A efectos de analizar los estilos que restan en nuestra colección
optamos por presentar al lector un resumen histórico de los siglos
XVII y XVII para luego pasar a analizar en detalle los estilos ba-
rroco, clásico y neoclásico.
Ambito histórico del Siglo XVII
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En esta época el denominador común lo representan las guerras,
pestes, procesos llevados a cabo por la inquisición, el definitivo
triunfo de la Reforma en el norte, las represiones que esto trajo
aparejado y la lucha de, entre otros, los Jesuitas por la Contra-
rreforma.
Como contraposición a lo expresado en el párrafo anterior, los pa-
lacios de los nobles se adornan en forma aún mayor que en el siglo
XVI. Como se ve, parece que los valores exaltados en el Renaci-
miento se van olvidando entre la sangre y el lujo.
Este arte también está influído por el triunfo de la Contrarreforma
y la consolidación del poder temporal y espiritual del papado, esto
conforma entonces un estilo triunfal en la arquitectura que marca
justamente la consagración de este triunfo.
Bajo las directivas de los Papas Sixto V y Clemente VIII, que
respondían a un afán de verdad (tal vez la mejor herencia del Rena-
cimiento), se dan los tiempos de Giordano Bruno, Galileo Galilei y
Tommaso Campanella. En lo que hace a la pintura se deja la severi-
dad de la Contrarreforma y se vuelca a revivir la vida cristiana
del Evangelio y a la identificación del espíritu religioso con la
acción moral.
Ambito histórico del siglo XVIII
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En este siglo tenemos grandes soberanos como Federico II, Catalina
II, José II, José I de Portugal, quienes en sus distintos momentos
intentan mejorar económicamente a sus países, ayudar a la agri-
cultura, crear caminos y reducir el papel de la Iglesia seculari-
zando rentas del Clero y atacando a la Compañía de Jesús. Esta es
disuelta en Portugal, Francia, España, Nápoles y Parma, los jesui-
tas entonces se refugian en Prusia y Rusia. Estos últimos países en
conjunción con las nuevas colonias americanas liberadas, producen
un profundo cambio en las relaciones internacionales y, podríamos
decir, constituyen un punto fundacional de la plítica moderna.
Se percibe un interés general por el pensamiento, la ciencia y la
filosofía (tómese por ejemplo el representativo caso de Voltaire y
su profunda influencia en la época). La pasión por el arte y la
historia hacen surgir a los museos, el descubrimiento de las ciuda-
des enterradas de Herculano y Pompeyo, efectuadas en 1748, hacen
renacer la pasión por todo lo que se refiere a la antiguedad.
Grandes cambios se producen que tendrán enorme influencia en los a-
ños venideros: en 1776 son abolidas las corporaciones en Francia y
nace el sindicalismo inglés. En consecuencia, a fines de siglo, na-
ce el proletariado.
Asimismo aflora una fuerte tendencia cosmopolita, principes y
magnates recorren toda Europa empezando por Pedro el Grande, José
II y otros. Los artistas, en particular los franceses y los músicos
italianos recorren todo el mundo. Houdon irá a América para hacer
el retrato de Washington, mientras que el americano Stuart pintará
a Luis XVI al pasar por París.